Hace ya diez años que nos estrenamos como centro TIC. Diez años... Han ocurrido muchas cosas en estos diez años. Del "miedo a tocar" de los primeros cursos y la edad dorada de los ordenadores 1x1 y las PDI, al momento actual con una dotación económica reducida y equipos que ya no soportan muchas de las aplicaciones que nos gustaría usar... De los docentes preocupados por la idea de saber menos que su alumnado, a los docentes preocupados por lo que su alumnado hace con la tecnología dentro y fuera del ámbito escolar...
Ahora, estrenando las incomodidades de una nueva ley de Educación, me pregunto : ¿hacia donde vamos?.
Es evidente que esta sociedad del s XXI se está perfilando como muy diferente de la del siglo pasado. La inestabilidad de las estructuras, la velocidad con que se suceden los cambios, la globalización de los procesos, la inmediatez en la obtención de servicios y datos... Y ante esta realidad, que no es emergente, está aquí ¿qué sucede en la escuela, en MI escuela? Muy poco, casi nada.
Sí, hay ordenadores y algunas tablets, PDI's y proyectores, las madres se comunican por whatsap y el ocio es a menudo pasar tiempo con "la play" o consumiendo contenidos en Red, tenemos una web del centro y página en fb, muchos grupos tienen un blog de aula y nuestros niños y niñas son usuarios y a veces productores de material digital... ¿Y qué? Las asignaturas marcan el ritmo y además de ver el libro en papel puedes verlo proyectado en una pantalla. Si, tenemos libros de texto (después de funcionar 25 años sin usarlos) porque la administración educativa nos pide tal cantidad de papeleo para demostrar que sabemos hacer nuestro trabajo sin ellos, que no nos merece la pena; y porque las familias nos dicen que si no tienen libros, además de sentirse discriminados por no ver físicamente el gasto que la administración hace en la educación de sus niños y niñas , cómo van a seguir las criaturas el ritmo en el instituto, que allí si que tienen. Tenemos exámenes a los que llamamos así sin pudor alguno, y todo asomo de innovación muere en el intento de encajarlo en evaluaciones externas que requieren del dominio de unos contenidos descontextualizados pero acordes al programa de los libros...Algo no me cuadra. Con un modelo tan tradicional alentado desde la administración, sólo me queda contribuir como pueda a que mi alumnado no pierda el carro del siglo XXI. Por eso estoy aquí.
Para finalizar y para que se oiga una voz más autorizada y menos parcial que la mía os dejo las reflexiones de Manuel Área, catedrático de Tecnología Educativa de la Universidad de la Laguna en su blog "Educación Líquida" sobre
TIC, identidad digital y educación.
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